“Esta semana estuve en la ciudad de Chiclayo y grata fue mi sorpresa al encontrarme con una Plaza de Armas semipeatonalizada y generosas ciclovías en varias de sus calles”.
Esta semana estuve en la ciudad de Chiclayo y grata fue mi sorpresa al encontrarme con una Plaza de Armas semipeatonalizada y generosas ciclovías en varias de sus calles. Sí, por supuesto, el trabajo aún no ha concluido y seguro hay mucho más por hacer; sin embargo, es refrescante encontrarse con señales de la adaptación positiva de las ciudades a este nuevo contexto. Por otro lado, fue una lástima volver a encontrar a la ciudad nadando en basura y cruzarnos constantemente con conductores descuidados y temerarios.
En mi visita a la ciudad, pudimos participar de un taller con vecinos del distrito de José Leonardo Ortiz y conocimos la experiencia de organizaciones locales trabajando por mejorar la calidad de vida en el barrio. Una de ellas es la organización chiclayana Nic Maish (que significa ‘entre nosotros’ en lengua muchik), que es un espacio para el empoderamiento comunitario. Recientemente han inaugurado un Centro de Escucha desde donde ofrecen recursos y sesiones con psicólogas a personas en situación de vulnerabilidad que requieren atención a su salud mental. Esto es particularmente importante a partir del trauma colectivo que estamos experimentando como sociedad. Nic Maish también promueve el proyecto Barrios del Bicentenario, desde donde muy inteligentemente articulan esfuerzos para empoderar a la población.
Es justamente en estos objetivos que coinciden con la intervención desde el programa Barrio Seguro del Ministerio del Interior. Pude presenciar cómo las vecinas y vecinos del barrio conocían a los representantes territoriales de Barrio Seguro y a los suboficiales y policías de la comisaría. En sus risas francas, sus conversaciones y preguntas quedaba muy claro que no solo se conocían, sino que se respetaban y que estaban trabajando mutuamente para que su barrio mejore, para que sea más seguro pero, sobre todo, para que sea más poderoso. Fue un gran gusto poder ser testigo de todo esto. Por supuesto, el barrio tiene muchos desafíos, poco presupuesto y menos confianza en sus autoridades, pero lo que le sobra son las ganas de apostar por un futuro mejor y eso es pieza clave para la transformación. Por supuesto, siempre será necesario involucrar a más vecinos y vecinas, pero estos que conocimos lo tienen todo.
Este martes empieza el Foro Ciudades Cómo Vamos con el panel “Los retos para las nuevas autoridades”. Pueden inscribirse en la web de Lima Cómo Vamos para acceder a la plataforma. El evento es de ingreso libre y estás invitado a participar para definir juntos aquello que como ciudades necesitamos.
Columna de opinión por Mariana Alegre, publicada en Perú21.