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Infraestructura educativa rural, un reto para el Perú

By 4 de diciembre de 2021 No Comments

Por Wendy León Cartolín

“El Perú Republicano heredó esta tradición centralista del Perú Oficial. El Estado Criollo, surgido de las guerras de la Independencia, sin realizar mayores intentos de incorporarse al resto del país definió su propia identidad como Estado Nacional, sobre la base del supuesto implícito de que la nación era el mundo oficial de las ciudades; de que su relativa unidad cultural e institucional, eran la misma unidad de la nación y de que el ajeno universo de las mayorías que persistía más allá de las ciudades representaba apenas una marginalidad intrascendente.”
Desborde Popular y crisis del Estado. Matos Mar, 1986, p. 100.

El Perú ha vivido un centralismo enraizado durante mucho tiempo, en nuestra actual Constitución (*) el acceso a servicios básicos se declaran como derechos fundamentales; sin embargo, en la práctica sucede lo contrario. Las desigualdades y brechas existentes hacen que muchos de los peruanos no tengan acceso a servicios básicos dignos. Tan solo en Lima, ciudad capital, se concentran 9 millones 786 mil 715 habitantes lo que representa al 29.6% de la población del país (INEI, 2021), que debido a su crecimiento urbano y concentración poblacional desordenada y abrupta, hace evidente las brechas existentes de la calidad de infraestructura pública solamente recorriendo sus distritos. Extrapolando esta comparación a nivel nacional, evidenciamos un desbalance de calidad de infraestructura pública entre las urbes vs. las zonas alejadas de esta.

Uno de los grandes retos de varios ministerios es el de brindar infraestructura pública de calidad a todos los ciudadanos, el cual se torna más crítico si hablamos de infraestructura de servicios en zonas rurales. Según el boletín del INEI “Perú: Estado de la Población en el año del Bicentenario 2021”, y basándose en la evolución de la población censada desde 1940 al 2017, se estima que para este año (2021) la Población Proyectada Rural corresponde al 18.5%, población que sabemos que existe, sabemos de sus carencias, pero que aún no podemos hacerle frente, ni como sociedad ni como Estado para poder abordar y resolver todas sus necesidades y problemática. En el presente artículo abordaremos una de estas necesidades, la de infraestructura educativa rural.

De las 63,704 Instituciones Educativas (II.EE) de Educación Básica Regular (E.B.R) Públicas de gestión directa activas en el Perú (**) , el 78.2% (49,798) corresponden a II.EE en zonas rurales, las cuales atienden al 31.5% (1,850,361) de la población estudiantil E.B.R. Las regiones con mayor cantidad de II.EE rurales son Cajamarca con 6,506 (13.1%) que atienden a 234,147 estudiantes, Loreto con 4,147 (8.3%)II.EE que atienden a 148,800 estudiantes y Puno con 3,246 (6.5%) II.EE que atienden a 93,359 estudiantes. Con estas cifras se puede visualizar lo fragmentada y disgregada que está la infraestructura educativa rural en el país, realidad que se acentúa por la topografía accidentada del Perú y se ve reflejada en la dispersión poblacional, existiendo así, Instituciones Educativas rurales en las que la población estudiantil es tan solo de 1 alumno.

Infografía – Instituciones Educativas Rurales – EBR
Elaboración: León C. 2021
Fuente: ESCALE 2021

La infraestructura de la mayoría de Instituciones Educativas rurales es precaria, algunos pabellones son resultado de construcciones autogestionadas por los padres de familia en faenas comunales; en otros casos, son construcciones gestionadas por las Municipalidades con ayuda de la comunidad; los más afortunados, cuentan con infraestructura más completa como resultado de un Proyecto de inversión pública gestionada por el Estado. También encontramos construcciones que datan desde los años 60, y que resultan un peligro latente para los estudiantes y maestros toda vez que presentan deterioros y estructuras en riesgo de colapso.

Por otro lado, encontramos iniciativas con buenas intenciones que quedan en desuso debido a que no toman en consideración los factores climáticos extremos de algunas zonas de nuestro país, como pabellones con materiales “modernos” que no se adaptan al clima del lugar y simplemente son imposibles de usar, o la instalación de paneles solares o redes de tuberías de agua que, debido a las mismas causas anteriormente mencionadas, quedan inhabilitadas.

“…pusieron caños de aluminio, pero ya no sirven, el agua se vuelve hielo y las tuberías y los
caños explotan…” (Director de IE – Localidad Totorama, Provincia de Chucuito, Puno)

Para comprender un poco más esta compleja problemática, no debemos hablar estrictamente de la infraestructura, sino también abarcar transversalmente otros ámbitos como el de accesibilidad vial, el climatológico, el aspecto social, entre otros.

Infraestructura Educativa Rural
Ubicación: Centro Poblado Achacuni, Provincia Lampa, Región Puno.
Fuente: León C. 2019

El acceso vial es un factor importante, los desplazamientos hacia zonas rurales es de grandes distancias y de compleja accesibilidad, no todos cuentan con vías asfaltadas o definidas, lo que hace que servicios como luz, agua y desagüe no lleguen hasta esas zonas. Esto también condiciona los desplazamientos, tanto de maestros como de estudiantes. Muchos niños caminan grandes distancias diarias para poder acceder a su educación haciendo que estén expuestos a peligros durante el recorrido, o perdiendo horas en traslados que podrían destinar a otras actividades. Muchos maestros deben vivir, de lunes a viernes, cerca de las Instituciones Educativas ya que el tiempo de traslado no permite “ir y volver”. A veces por los factores climatológicos (lluvias y tormenta, nevadas, desborde de ríos), simplemente el acceso a las II.EE no es posible.

“…hay veces en que la nieve tapa la trocha y el río se desborda, ahí ya no se puede llegar a
la escuela, ni la moto entra…” (Director de IE – Centro Poblado Ixsuya, Distrito Cabana, Puno)

Muchos padres participan activamente en las APAFAS y están prestos a colaborar e involucrarse en todo lo referido a la educación de sus hijos, otros padres simplemente están ausentes. Dentro del ámbito familiar, no solo el acompañamiento de los padres durante el desarrollo escolar de los niños es necesario, la nutrición es otro factor importante que afecta al rendimiento de los niños. El programa Qali Warma, a cargo del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social – MIDIS, contribuye mucho en este aspecto en las II.EE rurales.

El MINEDU, a través del Programa Nacional de Infraestructura Educativa (PRONIED) ha estado asignando Módulos prefabricados (MPF) a diferentes II.EE urbanas y rurales como una respuesta temporal al déficit de infraestructura educativa o en situación de emergencia. En enero de este año se aprobó la homologación de especificaciones técnicas de cuatro tipologías de MPF (***) adaptados a cuatro zonas bioclimáticas identificadas según la altitud y ubicación geográfica, lo cual permite ofrecer aulas con condiciones de confort (temperatura, ventilación e iluminación) a estudiantes y maestros en zona de helada; sierra, costa y selva de nuestro país.

Módulo Pre Fabricado – Tipo Sierra.
Ubicación: Distrito Cajaruro, Provincia Utcubamba, Región Amazonas.
Fuente: Yamada K. 2019.

Módulo Pre Fabricado – Tipo Heladas.
Ubicación: Centro Poblado Yareoca, Provincia Huancané, Región Puno.
Fuente: León C. 2021.

Lo que se ve como una solución temporal para mejorar la calidad de infraestructura para las II.EE de zonas rurales queda muchas veces entrampada en las reglas del sistema, pues, existen instituciones educativas que debido a la cantidad de su población estudiantil, tienen riesgo de cierre y pocas posibilidades a que se le designen aulas de MPF; otro factor es que a veces las II.EE no cuentan con un terreno habilitado para la posible instalación de un MPF (requisito indispensable para la designación).

Si bien la dotación de MPF adaptados a cuatro zonas bioclimáticas es un gran avance de parte de MINEDU y es una repuesta efectiva a la brecha de infraestructura educativa en el Perú, aún hay muchas trabas por resolver.

El abandono de las zonas rurales en muchos aspectos se ha convertido en algo “cotidiano”, el acompañamiento a las familias, la nutrición de los niños, la capacitación de los docentes, los materiales educativos, la malla curricular, el control de salubridad, entre otros, son temas que impactan directamente junto con la infraestructura educativa en la educación de los alumnos.

La centralización y concentración de servicios en las ciudades evidencian el desbalance de la atención de infraestructura pública urbana vs rural. Si bien la demanda es mayor en las ciudades, ya que el área urbana concentra el 81.5 % de la población (INEI, 2021), los servicios brindados deberían ser equitativos para todos los peruanos. Debemos reflexionar como sociedad y como Estado, aprovechando este conmemorativo año de nuestro bicentenario, retrospectiva y prospectivamente sobre nuestros avances, retos y falencias de la educación peruana rural.

(*) Constitución Política del Perú 1993, Capítulo I “Derechos fundamentales de la persona”).
(**) ESCALE – Estadística de la calidad educativa 2021.
(***) RM 039-2021-MINEDU, RM 054-2021-MINEDU; RM 061-2021-MINEDU; RM 062-2021-MINEDU.

BIBLIOGRAFÍA:

Wendy León

Arquitecta egresada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (PUCP), muralista e ilustradora. Con interés en desarrollar proyectos sociales participativos en temas relacionados al arte y educación, que se encuentren enfocados en la recuperación y revaloración de los espacios públicos.

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