Tener espacios públicos cerca de casa podría permitir que sean usados en ese tiempo.
La nueva cuarentena que rige en diez regiones del país trae consigo varias diferencias con la vivida hace casi un año en marzo de 2020. Una de las más importantes es el reconocimiento de los espacios públicos como servicios esenciales. El artículo 8 del Decreto Supremo Nº 008-2021-PCM que prorroga el estado de emergencia otorga la responsabilidad de facilitar el uso de los espacios públicos a los gobiernos locales. Es así que ellos deben promoverlos y acondicionarlos “con el fin de contribuir a la mejora de las condiciones de la salud física y mental de las personas”. Así también, deben dar prioridad al desplazamiento peatonal y no motorizado.
Esto se complementa con la disposición de poder salir a la calle por una hora para caminar. Tener espacios públicos cerca de casa podría permitir que sean usados en ese tiempo. Por supuesto, la desigualdad de las ciudades implica una injusta distribución del espacio público y su calidad. Así pues, esta normativa nacional podría servir como un ecualizador de las condiciones urbanas, siquiera temporalmente.
Por ejemplo, se hace mención a las “Vías Activas” que implican la ocupación de las pistas y la restricción de las mismas a los vehículos motorizados. La Av. Guardia Chalaca en el Callao ha sido una de las más recientes “vías activas” implementadas. Esta es una estrategia que podría dotar de espacios públicos a muchas zonas de la ciudad que cuentan con pocos o nulos espacios de recreación.
Lamentablemente, algunas jurisdicciones leyeron al revés esta disposición y prestamente se dispusieron a cerrar parques o a continuar con su decisión de no abrirlos. Ese ha sido el caso en Ica y también en la Municipalidad de Lima, que anunció la restricción del uso de los parques zonales. Felizmente, la autoridad metropolitana atendió a las críticas y tomó la sensata decisión de abrirlos. Por su parte, Jesús María continúa negándose a abrir el Campo de Marte con el argumento de que es un espacio de escala metropolitana y que atrae flujos de visitantes que no pueden gestionar. Ojalá pronto cambien de opinión.
De la columna dominical “Ciudad de M” por Mariana Alegre, vía Perú21.