Sí podemos evaluar estrategias de gestión de sus espacios públicos como del proyecto de renovación del gran malecón que tienen frente al río Garona.
Por esas casualidades de la vida, he tenido el placer de conocer la ciudad de Burdeos en Francia. Por supuesto, Lima no se parece a Burdeos ni Burdeos se parece a Lima, pero tienen algo en común que es sorprendente: ambas ciudades tienen un hermanamiento oficial. ¡Vaya sorpresa! Pero, ¿qué significa esto? ¿Hay acaso una razón por la cual estas ciudades tengan este vínculo? Pues, más allá de que compartimos a Flora Tristán, sí, la famosa escritora feminista y socialista, de padre peruano descendiente de españoles y de madre francesa, pues quizá Burdeos y Lima no tengan mucho más en común.
De hecho, resulta cuando menos extraño que dos ciudades ubicadas en dos países tan diferentes se encuentren unidas a través de estos protocolos diplomáticos; sin embargo, hay mucho que aprovechar en esta alianza. Estoy segura de que los casi 10,000 kilómetros que nos separan pueden sentirse más cercanos si le sacamos el jugo a esta relación fraterna.
Pero, ¿qué lecciones podemos recoger de un contexto tan diferente? Por supuesto, no es comparable nuestra falta de planificación ni la ausencia de servicios básicos para los ciudadanos y ciudadanas, pero sí podemos evaluar estrategias de gestión de sus espacios públicos como del proyecto de renovación del gran malecón que tienen frente al río Garona, que fue recuperado para el uso de las personas. ¿Alguien dijo Costa Verde?
Lo mismo podemos decir sobre la gestión de las aguas del río y quizá podríamos aprender cómo tener un río Rímac vivo y descontaminado. Por supuesto, ante el caos de nuestra gobernanza, no nos vendría mal conocer cómo funciona su sistema de gobierno o cómo gestionan y mantienen sus edificios. Ni qué decir de la atención que otorgan al patrimonio y a la renovación de sus monumentos. Nuestro Centro Histórico lo agradecería mucho. Así también, la revolución hacia la movilidad sostenible es tangible con más adaptación ciclista en las calles.
Por último, un ejemplo interesante que conocí es su plan para pacificar el tránsito alrededor de todas las escuelas. Ahí donde es posible están peatonalizando las calles y donde no se puede están colocando vallas móviles para bloquear el paso de los autos en los horarios de ingreso y de salida de los niños. Así, garantizan un espacio seguro, con aire limpio y más espacios de encuentro y recreación para los más pequeños y sus cuidadores. Esto es algo que vale la pena copiar.
Además, tuve la suerte de enterarme de que el arquitecto Enrique Ciriani ha sido homenajeado esta semana en París al recibir el Gran Premio de Arquitectura 2021 que es otorgado por la Academia de Bellas Artes. Este es el premio de arquitectura más importante de Francia y se le entrega por reconocimiento a su inmensa obra y contribución a la arquitectura.
Ciriani fue partícipe en el diseño de la Residencial San Felipe, entre muchos otros proyectos más. Tuve la oportunidad de visitar la muestra donde exhiben su obra y sentir inmenso orgullo por su trabajo de vida.
Columna de opinión por Mariana Alegre, publicada en Perú21.