Y ahora, ¿volvemos a lo mismo?
La precariedad en la vivienda es una constante y las políticas del gobierno poco o nada hacen para mejorar la calidad de vida de millones de peruanos.
A menos de una semana del retorno a la democracia, la “normalidad” empieza a sentirse. El incendio del viernes que dejó sin hogar a treinta familias en Villa María del Triunfo es un ejemplo. La precariedad en la vivienda es una constante y las políticas del gobierno poco o nada hacen para mejorar la calidad de vida de millones de peruanos. ¿Este gobierno de transición podrá hacer la diferencia?
Por lo menos, nuevos aires se sienten en el Ministerio de Vivienda con la nueva Ministra Solangel Fernández, quien lo demostró al ir en bicicleta a su primer día de trabajo. Aunque hubo quienes pensaron que era solo acción de un solo día, la ministra podrá demostrar que se equivocan y que la movilidad sostenible es parte integral del desarrollo urbano. Naturalmente, el gobierno de Sagasti es de corta duración y pocas serán las reformas integrales que pueda impulsar. Sin embargo, algunos cambios pueden ser implementados, así que aquí sugerimos algunos a modo de contribución.
En primer lugar, el Ministerio de Vivienda podrá retomar los anuncios realizados a inicios de la pandemia en relación a la inversión en infraestructura de las vías vecinales junto a políticas de generación de espacios públicos. Específicamente, la implementación de un Plan Nacional de Espacios Públicos que sirva para la reactivación económica y permita redistribuir el suelo de mejor manera. Por supuesto, es menester aprobar una Ley de Suelos que permita gestionar mejor este recurso escaso para beneficio de todos. De igual manera, la Ley de Desarrollo Urbano resulta clave para poder crecer de forma ordenada. Estas propuestas las hemos venido discutiendo en un grupo multidisciplinario de especialistas bajo el proyecto INCIDE y las haremos llegar de manera formal al ministerio y al gobierno.
Así también, aunque quizá sea algo más difícil –teniendo en cuenta el corto tiempo– un cambio importante en la manera en la que se ha gestionado COFOPRI es necesario. Por supuesto, las bases para una política de vivienda social podrían ser iniciadas y, de iniciarse el camino hacia una Nueva Constitución, resulta fundamental restituir el derecho a la vivienda en la misma. Para, de esa manera, poder asegurar vivienda y barrios de calidad y evitar más tragedias como la del viernes en Villa María del Triunfo.
¿Será que esta crisis democrática nos abre las puertas para una verdadera refundación de nuestro país? ¿Podremos llegar al Bicentenario por la puerta grande con políticas sociales encaminadas y con ciudades y territorios con visión de futuro, pero, sobre todo, que atiendan el presente? Depende de nosotros, de nuestros votos en abril.
Colummna por Mariana Alegre, vía Perú21
Foto en portada: (Perú21)