Lima… ¿cómo vamos?

Los observatorios son mecanismos que ofrecen datos muy útiles sobre los impactos de las políticas públicas en el bienestar de la población. En efecto, siendo que dicha información es actualizada de manera periódica, constituye un insumo indispensable para la realización del seguimiento y monitoreo técnico e independiente cuyos resultados e interpretación deben ser considerados por nuestras autoridades al momento de la toma de decisiones.

En esa línea, el observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos presentó hace unos meses su Informe de Percepción sobre calidad de vida con el objetivo de contribuir con el conocimiento urbano de nuestra ciudad, y como en el año 2017 se ha recogido las opiniones de los vecinos del Callao, que junto con Lima forman una gran área metropolitana. Según las respuestas ciudadanas, la precarización del servicio de transporte queda evidenciada al constatar que la combi sigue siendo el principal vehículo para movilizarse, con casi el 40% de las preferencias, seguido por el auto colectivo, cuyo porcentaje resulta similar y en algunos casos supera incluso al Metropolitano y al Metro de Lima.

Esto nos indica que a pesar de contar con medios de transporte masivos, unos más eficientes que otros claro está, para ellos tienen la misma relevancia que el transporte informal, y es porque resuelve la falta de rutas masivas en el interior y periferias de la ciudad, siendo una clara muestra de que es lo que el gobierno debe privilegiar. En cuanto a la percepción de calidad de los servicios, resalta que el taxi es señalado como el segundo servicio más utilizado en los últimos doce meses con 73.4% y que casi el 65% de las respuestas lo califica como bueno o muy bueno. Este aspecto puede deberse a la utilización de aplicaciones, que permiten acceder con mayor rapidez y, en algunas ocasiones, seguridad a los servicios.

Asimismo, poco más del 66% de los encuestados manifestaron haber utilizado la mototaxi para movilizarse y casi el 40% califica el servicio como bueno o muy bueno. Así pues, es muy importante que la nueva autoridad municipal provincial, y en su caso la ATU, aprecie que dichos desplazamientos cortos constituyen una oportunidad para expandir los servicios de transporte masivo y en su caso, promover los desplazamientos no motorizados a través de la bicicleta y la implementación de ciclovías. Esta conclusión está alineada con que la rapidez es el atributo de mayor valoración en los servicios masivos, donde alcanza más de 70%, y en el caso de los corredores complementarios el primer lugar lo ocupa la cobertura con 27.8%, seguido muy de cerca por la rapidez con el 26.2%.

De otro lado para facilitar la identificación de medidas que el ciudadano considera lo podrían beneficiar en mayor grado, se puso en su consideración un menú de opciones, causando particular interés que en más del 40% de los casos se seleccionó el mejoramiento de las pistas, denotando pues que persiste el énfasis en la infraestructura. Asimismo, entre el 20% y 30% de los casos se prefirió los servicios más veloces y de mayor capacidad y tan sólo el 17% la creación de autoridad única de transporte, es decir baja relevancia en la gestión de la movilidad. Finalmente, más del 60% de los encuestados se siente inseguro, sea como pasajero o como peatón.

Finalmente, dada la reciente aprobación de la Ley de la Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao y la declaración de los servicios de transporte como servicio público, se presenta una gran oportunidad para fortalecer la gobernanza y generar los mecanismos regulatorios idóneos para implementar mejores servicios que privilegien la macro transportación, la calidad, disponibilidad y accesibilidad universal a la que los ciudadanos y ciudadanas tenemos derecho. Una vez más, Lima como Vamos provee información muy valiosa que deben tomar en cuenta los tomadores de decisiones a efectos de determinar qué intervenciones se deben implementar en primer orden y en qué medida impactarían estas en nuestra sociedad.