”La preocupación por el agua está debajo en la lista de prioridades, a pesar de que, desde el punto de vista de la sostenibilidad de Lima, es seguramente el desafío mayor."
Anna ZuchettiPeriferia
La encuesta de Lima Cómo Vamos nos dice claramente que los limeños y chalacos están insatisfechos con la gestión ambiental de la ciudad y que, después de la inseguridad, el transporte es percibido como el problema más grave de la capital, seguido de la preocupación por la corrupción, la basura, el ruido y la contaminación del aire. Así, de los 5 problemas que los vecinos rankean como principales, tres son ambientales. La preocupación por el agua está debajo en la lista de prioridades, a pesar de que, desde el punto de vista de la sostenibilidad de Lima, es seguramente el desafío mayor. En cuanto a los problemas ambientales más graves, 7 de cada 10 limeños y chalacos señalan la contaminación vehicular como el principal; seguido de la falta de árboles para los habitantes de Lima y el nivel de ruido para los del Callao.
El nuevo alcalde Muñoz hereda un verdadero desmadre, pero también hereda una ciudadanía más informada y exigente con sus autoridades. Así, ¿Qué recomendaciones podemos dar a los nuevos alcaldes para que enrumben nuestra megaciudad hacia un futuro más seguro, resiliente, limpio y verde? ¿Es la sostenibilidad de Lima y Callao una utopía posible? Las autoridades de Lima y Callao necesitan, sobre todo, trabajar juntas y la ciudad necesita más gobernanza efectiva. Una nueva gobernanza debería partir de un Plan Urbano compartido. El PLAM 2035 que dejó la gestión 2010-2014 tiene propuestas muy concretas para toda el área metropolitana en sus dos jurisdicciones, previendo la infraestructura logística, los nuevos parques industriales, la nueva movilidad, la nueva Costa Verde, la recuperación del río Rímac, problemas que comparten los dos nuevos burgomaestres y a los cuales deberían dar una solución conjunta. El nuevo planeamiento metropolitano debería partir desde allí.
Una nueva gobernanza de la movilidad, ejercida desde la nueva Autoridad Autónoma del Transporte, podría ayudarnos a recuperar la esperanza de que un futuro mejor es posible para nuestra ciudad. Si pone el acelerador en la Reforma del Transporte, la ampliación del BRT y la red de Metros y la gestión inteligente del tránsito, asegurando que las Revisiones Técnicas Vehiculares no sean un saludo a la bandera y chatarreando la flota vieja, matará tres problemas ambientales de un tiro: el tránsito, la contaminación del aire y el ruido (que, como diversos estudios demuestran, es generado más que todo por la carcasa de los vehículos).
Finalmente, los habitantes de Lima y Callao queremos que las normas ambientales que ya existen, se cumplan. Así, integrando las funciones y las estrategias de dos instancias hoy separadas -la Gerencia de Servicios a la Ciudad y Medio Ambiente y la Subgerencia Ambiental del Programa de Gobierno Regional de Lima Metropolitana-, una nueva Autoridad Ambiental Metropolitana podría recuperar el liderazgo perdido en materia ambiental y asegurar que haya una implementación y fiscalización más efectiva de la política ambiental metropolitana.
